JUNG – BOMBAS DOBLE TORNILLO PARA EL SECTOR ALIMENTICIO
En los procesos de producción, los alimentos a menudo deben bombearse de una estación a otra. Desde el punto de vista higiénico, se recomienda el transporte en sistemas cerrados. Por ello, suelen utilizarse bombas para productos líquidos, pero también pastosos o nada fluidos. La alternativa consistiría en cintas transportadores, pero estas no garantizan un transporte continuado a los depósitos.
Así, el término bomba para alimentos no se deriva del principio de transporte, sino de la propia aplicación. Existen multitud de versiones. Para los medios líquidos pueden utilizarse bombas centrífugas, mientras que para los medios más viscosos se utilizan bombas de desplazamiento positivo. Las bombas helicoidales de doble tornillo pueden utilizarse en este caso como bombas para alimentos para el proceso, pero también como bombas para el ciclo CIP.
Independientemente de los datos de bombeo, la presión y el caudal volumétrico, es importante para todas las bombas de alimentación no influir negativamente en la calidad del producto a causa del transporte. Esto requiere una versión higiénica que evite que el producto se contamine durante el desplazamiento por la presencia de gérmenes. El diseño no debe contener espacios muertos y presentar una calidad de superficie que garantice la limpieza.
Por regla general, para las bombas destinadas a alimentos se fijan estándares para rugosidades de superficie inferiores a 0,8 µm. Una certificación EHEDG o bien una homologación 3A son una prueba de un diseño higiénico. El material más extendido es el 1.4404 (316L). Para los medios agresivos resultan interesantes materiales de alta calidad como Duplex o también 1.4539.
Otro aspecto a considerar en las bombas para alimentos es que la bomba debe evitar someter al producto a cualquier fricción o desgaste. Los componentes como los estatores de las bombas helicoidales excéntricas aportan continuamente impurezas al producto, por lo que debería cuestionarse la adecuación de estos conceptos de bomba para alimentos en función de cada aplicación. Finalmente debe garantizarse que las propiedades de cada producto no se verán alteradas negativamente por los efectos mecánicos del proceso de bombeo.
Los distintos principios de funcionamiento provocan que dentro del grupo de bombas para alimentos se constaten considerables diferencias. Los émbolos de centrifugado y giro aceleran el producto en dirección radial y provocan considerables inversiones, mientras que otros principios de funcionamiento, como por ejemplo las bombas helicoidales de doble tornillo, consiguen un bombeo más uniforme con escasa aceleración.
El campo de aplicación en relación con cantidad, presión, viscosidad y temperatura para las bombas destinadas a los alimentos resulta muy generoso. La tarea puede consistir en bombear un concentrado de zumo de fruta a temperaturas inferiores al punto de congelación, pero también masas de azúcar líquidas a 150 °C. Algunos medios son acuosos, otros como la mantequilla o las masas son tan viscosos que deben ser introducidos a través del dispositivo extrusor de la bomba de manera forzada. Todos estos requisitos y parámetros marco deben tenerse en cuenta a la hora de elegir una bomba para alimentos adecuada.